/ 15M EL FINAL DE LA TRANSICION: diciembre 2015

miércoles, 23 de diciembre de 2015

PERDIERON TODOS, PERO NO PERDIERON LO MISMO


Tras la resaca electoral, y por primera vez, en lo que yo recuerdo, no hay ningún vencedor en estas elecciones. Antes ganaban todos, ahora no gana ninguno.

El PP perdió la mayoría absoluta, un tercio de los diputados y lo más importante y lo que el PP más temía, el control de la situación al no poder sumar lo suficiente con Ciudadanos. Precisamente por venir de más alto que nunca, lo previsible es que al PP más le duela su caída y a su electorado le duele. Hay además otro problema más de fondo para el PP: Para grandes masas del electorado que no siguen muy de cerca las noticias, y se informan a través de la televisión, no solo va a quedar puesto de relieve como Rajoy se presenta y no logra salir elegido para presidir el Gobierno, en una especie de doble repudio público en dos votaciones, sino que previsiblemente tendrá dificultades para mantener el control que ejercía de muchos medios de comunicación, especialmente la televisión, y esto, en el medio plazo, puede reducirle al voto tradicional del partido, 5 millones de votos o incluso a mucho menos, si en el futuro Ciudadanos en plan UCD a la inversa le come la tostada y empiezan las fugas hacia un partido de Rivera que tendrá dos años para consolidarse y crear figuras de alcance nacional, en cualquiera de los casos el PP podría quedar reducido a la irrelevancia ante su dificultad para pactar con otras fuerzas políticas.

El PSOE que hace más de un año y con un gobierno del PP restrictivo en lo social, se veía seguro ganador de las elecciones y con la presidencia del gobierno en el bolsillo, se encuentra ahora en un escenario insólito, donde a punto ha estado de perder la primogenitura de los aspirantes y donde es desbordado en todos los frentes internos y externos: por el PP por la reducción de la prima de riesgo y el mantenimiento de la respiración asistida europea a una economía quebrada, por Ciudadanos por su derecha, por Podemos por su izquierda, y por sus elementos más conservadores por dentro. Si pacta con Podemos, entrará en un grave conflicto interno y el tema será una tortura, y si pacta con el PP, en las próximas elecciones el fantasma del PASOK les espera. Incluso un apoyo del PP y el PSOE a un gobierno de Ciudadanos, una forma de disfrazar esta jugada y precisamente lo que Rivera pide, conduciría también al mismo peligro y además podría convertir a Rivera en un rival aún más temible que el propio PP. Por tanto, como al PP, solo le queda, ir haciendo jugadas, patada hacia adelante, callar así a los suyos, que no pueden apuñalarle en público, y ver cómo evoluciona el partido, al tiempo que la terrible erosión que sufre el PSOE en zonas clave del país le sitúa muy cerca de la inanidad y no le deja otra elección que seguir jugando a ver si de algún modo el viento cambia.

Ciudadanos no ha conseguido desbancar al partido de Rajoy del centro derecha y su discurso se solapa con los de los otros tres partidos en danza, lo que le impide que la gente tenga una imagen clara de lo que quiere. Esto, unido a los vaivenes de sus líderes menores, la falta de otras referencias claras más allá de su candidato, y lo complicado de sus equilibrios ideológicos, con mas las altas expectativas que se habían forjado sobre el partido, le alejan de la posición de árbitro y expuesto a ser barrido del mapa a la siguiente cita electoral, por falta de peso específico, como ya le pasara a UPyD, y en muy poco tiempo.

Podemos, no ha conseguido en buena medida lo que pretendía, esto es, ser un partido transversal y votable con independencia de la adscripción ideológica del votante, habiendo sido desplazado a la izquierda del PSOE en el imaginario colectivo, (tanto para el PP en este caso), lo cual, siendo así que el PSOE es percibido como algo escorado hacia la derecha, lo deja en algún lugar entre la izquierda y la extrema izquierda de IU, en un proceso que se retroalimenta porque cuanto más te inclinas a la izquierda, más gente atraes de este perfil y por tanto más te inclinas aún. Tampoco ha conseguido Podemos tumbar al PP, ni un cataclismo histórico del PSOE que le dejara todo el nicho natural de la izquierda. Podemos ha sabido ocultar a su líder para no quemarlo, -nada quema más en España que la presencia diaria, como bien sabe Rajoy-, pero se ha visto inmerso también en contradicciones internas, en orden al tipo de partido, al reparto del poder dentro del mismo, y por, su propia debilidad en las encuestas, ha tenido que pactar con candidaturas de origen municipal, e incluso convertirse en receptor de mucho voto pro-independentista, y hasta moderarse en ciertos puntos perdiendo atractivo, todo lo cual le genera una serie de debilidades y conflictos internos en ciernes, muy difíciles de gestionar en lo sucesivo. Como en los inmortales, entre el PSOE y PODEMOS, solo puede quedar uno, y el PSOE tiene detrás una tradición centenaria de lucha, cuyo recuerdo se transmite de generación en generación, el sindicato UGT con toda su estructura nacional y controla aun el poder en ciertas zonas del estado, lo que supone que no será tan fácil erosionarlo como al principio podía parecer, siempre que el PSOE no se autodestruya en luchas intestinas.

Izquierda unida, ha sufrido una nueva pérdida de votos, pese a presentar un candidato mejor que otras veces, y pierde votos, por el PSOE pues se van a este para salvar el segundo puesto del PSOE y entender que en IU se pierden, por PODEMOS que le pisa la mayor parte del espacio y por la extrema izquierda independentista, que vota Podemos no por convicción, sino porque es el único partido de alcance nacional con posibilidades de abrir más la mano en este terreno. Tampoco ha conseguido su objetivo principal de coaligarse con Podemos, y presentarse juntos a las elecciones en plan Duran con UNIO, lo que era inasumible para Podemos, porque escoraría aun más su imagen hacia la izquierda, dejando más espacio a Ciudadanos, que es su clon por la derecha, y que es el partido que ha evitado en definitiva que Podemos sea ahora segunda fuerza en el Parlamento al llevarse buena parte del voto transversal al que Podemos podría haber aspirado.

El PNV ha resistido bien, quizá es de los que menos pierden, pero se ve sobrepasado por Podemos, que recoge buena parte del voto independentista vasco y además resiste desde una posición de moderación nacionalista, que en cierto modo le hace perder identidad, y puede llevarle en cualquier elección a ser sustituido por un partido de derecha de ámbito nacional.

Democracia y Libertad, el partido de Arthur Mas, pasa a ser cuarta fuerza en Cataluña, es arrasado en las zonas de mayor población, lo que no augura nada nuevo como se pase a sistemas de representación más proporcionales, se ha librado de UNIÓ, pero ha roto la imagen de equipo, de trabajo conjunto, -eso es muy español por desgracia-, y ha perdido la posibilidad de tener dos discursos, uno más radical, donde la gente elegirá a los verdaderamente más radicales (ERC, CUP) y otro más moderado, como venía teniendo, al tiempo que se desconecta de su base socio económica, y es sobrepasada por ERC, de manera que, justo en el momento en que Madrid está más débil, su partido y su líder sufren una sangría de apoyos sin precedentes, que difícilmente le permitirá seguir en la dinámica iniciada, cuando, a la vista de que ahorrando no reducía el déficit, por mucho que lo intentara, se lanzó a la yugular de Madrid en plan órdago, a ver si sacaba pasta para poder salvar el siguiente día.

ERC es, como partido también, de los que mejor ha resistido el envite, y supera a la antigua Convergencia en pleno proceso de harakiri, pero parte de su voto no es propio, es prestado de la CUP, (el único partido nacionalista coherente con lo que piensa, y que por eso no ha comparecido en estas elecciones y en su momento verá recompensado el gesto con más voto en futuras elecciones catalanas), y en general el papel de ERC tanto en Cataluña como en Madrid, dadas las aritméticas existentes, se presume más bien de segundo plano, antes que de marcar el ritmo. Es además un partido independentista por convicción y no por cálculo como el de Arthur Más, y el independentismo tras las elecciones sale de algún modo muy tocado, queda desplazado del centro de gravedad de los problemas y de los titulares, aunque aún deba dar algún coletazo y siga vivo en el discurso de Podemos, o sea de un 25% de la Cámara y en general, hay la sensación de que, de algún modo, tras el referéndum no vinculante se puso de relieve que les faltaban allí un millón de votos y todo lo de después no ha sido otra cosa que un gran paripé, una huida hacia adelante que puede acabar con los dos partidos que movieron el tema, el de Mas engullido por PP-Ciudadanos-otro nuevo- una D y L residual y el de Junqueras engullido por la CUP o por un partido de la Colau y compañía.

Bildu, también ha quedado muy descolocada y ha visto buena parte de su voto ir hacia Podemos, al final al margen de errores y aciertos en la política municipal, la atenuación del tema independentista en vascongadas, y la incoherencia de competir por puestos en Madrid, en comparación con la CUP, han desdibujado también su discurso y en un momento de fuerte politización, camarón que se duerme la corriente se lo lleva.

Unió y UPyD merecieron mejor suerte, pero han sido unas elecciones a cuchillo, cada uno de estos dos partidos tuvo bastantes años para conseguir una imagen y una estructura mucho más solida y visible y para crecer. Ninguno la aprovechó y eso se paga. Cuando llegó el tiempo de la gran movida, los pequeños estaban muy expuestos a una sacudida y la hubo y por eso ambos partidos, o Geroa Bai, fueron machacados sin compasión.

¿Quien perdió más?, es imposible saberlo ahora.

¿Quien mas tenía?
¿Quien más fácil lo veía?
¿Quien creía que el truco era tener el centro?
¿Quien creía que los 8 millones de personas que se movilizaron el 15M lo iban a hacer por él?

Tampoco es importante ahora, porque todos somos conscientes de que de este partido de futbol solo se ha jugado la primera media hora y queda mucho partido por delante.

¿Qué es lo que sigue?

Pues creo que una gran partida de póker. Todos a jugar de farol, y a dejar en mal lugar al contrario. El que lo consiga, lo rentabilizará en las próximas elecciones.

Iglesias se movió el primero, jugada inteligente, se presenta como vencedor y como jugador con más decisión frente al pasmo general, marca el terreno de juego, tal y como a él le conviene y pone una apuesta muy alta. Sabedor de que no hay mayorías para tocar la Constitución, tira al muñeco independentista y luego deja caer mensajes para las próximas elecciones, pues en esos momentos toda España mira para la tele, a saber, vivienda, reformar el sistema electoral, y sujeción a moción de confianza ciudadana al Presidente que no cumple. A Podemos, con un Rivera tocado sin tiempo para afirmarse, con un Rivera sin apenas líderes locales, cuando Podemos tiene muchos y reconocibles, basándose también en su poder municipal, y en sus alianzas estratégicas en comunidades con muchos escaños, con un PSOE que ha quedado muy tocado y un PP que necesita apoyos y no los encuentra en cuantía suficiente, y con un bipartidismo en retroceso, le interesa repetir elecciones cuanto antes, pero que no se note. Por eso, en cuanto le han puesto a caldo por abrir el juego con líneas rojas innegociables, ha tardado menos de 24 horas en decir que eran solo sus propuestas básicas, pero el golpe de efecto en la noche electoral, el único mensaje claro de esa noche, ya está dado.

En el PSOE varios líderes locales empiezan a criticar a Podemos, en apariencia por esa salida de tono, en la práctica porque saben que si pactan con Podemos, en las próximas les barren, pues si ambos van de la mano, sobra uno, y el que tiene el empuje ahora de largo es Podemos.

Ciudadanos necesita que haya un gobierno que le dé tiempo a crecer y Rivera manifiesta que bueno, que él se ofrece para una gran coalición dejando fuera a Podemos, un cordón sanitario a la francesa contra el Frente Nacional, algo que se puede vender así con muchas dificultades al electorado, pues los tres corren grave peligro de ser identificados con “la misma mierda es”, y ser noqueados luego por un nuevo Podemos Syriza, sobre todo si Berlín corta el grifo financiero. A Rivera, sin embargo y pese a todo, le valdría para ganar tiempo, para que se enfríe el efecto Podemos y cambie el ciclo, para que se pongan de manifiesto las contradicciones internas de Podemos, que él tiene también, pero en mucha menor medida, e irse apuntando tantos pequeños para crecer poco a poco y esperar una cierta desbandada del PP hacia sus filas si las encuestas empiezan a sonreírle.

El PP realmente no tiene claro si con nuevas elecciones mejoraría o no, más bien cree que no. En Andalucía pensaba que si y las deseaba, porque no estaba en el gobierno y el gobierno erosiona, pero en España sí estaba en el gobierno y ahora que la gente ha visto que en muchos sitios los votos a otros partidos no se tiran, ahora que se ha visto que el PP es vulnerable y con un candidato ya mayor y gastado, el mero hecho de que el "ganador" tenga que volver a jugar el partido y además en unos meses, puede ser visualizado como una debilidad total y la gente quiere seguridad. En todo caso el PP sí tiene claro que, si hay que ir, tiene que ser por "culpa de otros", por tanto, orden a todos de que nadie hable (en vano, ahí no hay disciplina posible) y oferta de pacto envenenada al PSOE a la alemana, siguiendo la vieja lógica de que como eso sería mortal para el PSOE y sobre todo para Sánchez, lo que debilita a mi enemigo más que a mí, me interesa.

Y finalmente habla Sánchez, el más prudente o el que lo tiene peor de los cuatro, probablemente lo segundo, que elude el abrazo del oso del PP, que elude las zancadillas internas, y hace lo único que puede hacer, esto es, la huida hacia adelante y representar el papel de que él quiere también ese gran pacto, pero con el PP fuera, no es más que un papel, porque Ciudadanos y Podemos juntos no pueden ir por el tema nacionalista, y los necesita a los dos y solo con Podemos y los pequeños será un viacrucis insostenible y por dentro le destrozarán los suyos, pero como no puede permitirse unas nuevas elecciones, a las que llegaría en posición crítica y con riesgo de ser barrido, le interesa ganar tiempo en esta línea y ganar imagen de liderazgo y demás, con vistas a ese siguiente envite electoral, además de poner sobre la mesa unas condiciones que obliguen a Podemos a retratarse y a incurrir también en contradicciones internas, por tomarlas y venderse a uno del bipartidismo, o rechazarlas y romper la baraja de la izquierda.

En medio de todo esto, Errejon y Pablo Iglesias vuelven a dar otro golpe de efecto y a concitar la atención general, proponiendo un nuevo Presidente que sea independiente, en una especie de “menage a quatre”, sin aclarar que el Presidente tiene que ser un diputado y volviendo a marcar el “tempo” de la “cosa”.

Puestos a elegir un independiente, el más lógico sería Alberto Garzón, puede sonar a dislate, pero como solo tiene dos diputados, no puede incidir sobre las políticas que se adopten, no es ninguno de los cuatro grandes, ha tenido un resultado importante a nivel nacional no reconocido en las urnas, que aquí se compensaría un poco y al menos tiene una figura reconocida para todos y muchos cientos de miles de votos detrás.

Al PP, al PSOE y a Ciudadanos les interesaría para erosionar el voto de Podemos, y Podemos no podría negarse porque "casi" es "de la casa".

De manera que el PP fracasará, porque Sánchez no puede pactar con él, el PSOE fracasará, porque está deseando fracasar y echar la culpa a Podemos y porque Podemos no quiere en el fondo que Sánchez presida y no Iglesias, Podemos fracasara, porque PP Y PSOE le devolverán el no y porque Podemos pondrá condiciones hasta donde haga falta y Ciudadanos fracasará, porque para el PP sería una humillación y porque para el PSOE, si sobrevive a Podemos puede ser el rival a batir y peligrosísimo, dentro de cuatro años.

Luego se entrara en los pequeños partidos, de los que varios no optarán al tema para no hacer el ridículo e Izquierda Unida será el último cartucho y ahí todo el mundo tendrá que retratarse, pues al no ser ninguno de los cuatro grandes, y no tener nadie mayoría para imponer sus opciones, el que se plante y vote no, se va a retratar y si uno se planta los otros tres podrían considerar apoyarle, porque ya habría chivo expiatorio y la ciudadanía suele crujir al que le obliga estúpidamente a volver a votar o intenta hacerlo y “obliga” a los otros a pactos contra-natura para evitarlo y tras tantos noes, un sí final a bandas, podría venderse como lideres con “altura de estado” y anatemizar al automarginado.

Sé que parece ciencia ficción, pero me ha apetecido desarrollar esta línea a ver hasta donde tengo razón, sin olvidar un punto clave, que en este momento es lo esencial:

En la primera media hora se ha escenificado el aterrizaje del 15M en el Congreso de los diputados, (en mi buzón Podemos solo introdujo papeletas al Congreso).
La segunda media hora acaba de empezar, y abarcará todo el tiempo de negociaciones y demás, con puñaladas, faroles y jugadas sucias de todos los pelajes.
Y la tercera media hora serán las próximas elecciones, en unos meses, en 18 meses o en tres años, y ahí la gente dictará sentencia y con toda probabilidad sobran dos.

Como en toda obra de teatro: planteamiento, nudo y desenlace, estamos justamente entrando en el nudo y más de uno quedará desnudo cuando finalmente se vaya desliando aquel. El último que quede medio vestido seguramente se lo lleve todo.

Saludos a todos.