/ 15M EL FINAL DE LA TRANSICION: Los hijos bastardos del 15M

jueves, 2 de junio de 2011

Los hijos bastardos del 15M

De ese extraño maridaje al que asistimos en estos días, entre los partidos y los ciudadanos indignados, van surgiendo descendientes como la espuma, ocho ya en el caso de las primarias del PSOE y no aparecen más en otros partidos, porque no hay primarias o circunstancias que les den esa oportunidad, lo que ciertamente es de lamentar.

Son ciertamente hijos bastardos, a los que no se conceden los mismos derechos que al hijo "matrimonial" habido entre el partido y el gobierno, léase Rubalcaba, pero su mismo elevado número es indicio de que la política está empezando a "ponerle los cuernos" a los partidos y sus cúpulas y a jugarse en un terreno nuevo y extramatrimonial y además con un "afan" juvenil, que contrasta fuertemente con el ritmo adormecido y senil a que los partidos al uso nos tenían acostumbrados.

Contagiados de este súbito frenesí, incluso los parientes pobres, o sea los partidos pequeños, despreciados desde siempre por los partidos mayoritarios, se arrojan tambien en los brazos de los ciudadanos indignidados, y de esta nueva y heteróclita coyunda, nacen otros tantos bastados, en forma de políticos ya electos, pero con el corazón dividido, como los de UPyD en Madrid renunciando a coches y sueldos, o los de IU Extremadura pasando del Coordinador nacional y encomendándose a un referéndum de sus bases para elegir el rumbo de su pequeño, pero decisivo voto.

Bastardos sin pedigri y bastardos con cierto pedigri, pero bastardos para el sistema.

El problema viene cuando los bastardos aumentan, y se crecen, cuando quien está a tu derecha o a tu izquierda te dice "yo tambien soy bastardo" y teniendo dos sueldos renuncia a uno, dejándote más y más en evidencia, o cuando te equivocas y coges un avión oficial para regresar de un acto de campaña, volviendo a ponerte en evidencia. (EDITADO, Rubalcaba volvió en un avión de línea regular y no en un avión oficial, con billete pagado por el partido).

Al final, la historia la escriben los vencedores y estos son los que dirán quieres fueron los bastardos en todo este proceso, y la cosa pinta mal para los que se están quedando señalados por todos los dedos en la palestra.

Cuanto antes cojan la bandera bastarda y la hagan suya, menos divorcios dolorosos y menos pleitos tendremos, que de verdad que no es tan dificil, pero no es cosa de dejarlo para mañana, porque puede ser demasiado tarde y nada hay peor que un hijo dolido y traicionado.

Si los que se ven a sí mismos como hijos legítimos, fueran capaces de bajar de de su pedestal, plantarían esa bandera delante de su tienda, de modo que el PSOE tendría que pasar de avales y permitir debate y votación igualada entre todos, Cayo Lara tendría que dar su visto bueno a la valiente decisión de sus parlamentarios en Extremadura, y Gallardón debería suprimir todos los coches oficiales de Madrid, salvo acaso el del Alcalde, por si lo necesita para agasajar a algún visitante de postín y procurando darle uso útil, las horas en que el alcalde no lo necesite y lo mismo en las demás CCAA.

Ciertamente esto sería un vaso de agua en el mar de peticiones de los ciudadanos indignados, pero algo calmaría la sed que es mucha.

No lo están haciendo y los errores en política se pagan.

Saludos.

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