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sábado, 28 de mayo de 2011

15/5/2011 Fin de la Transición Política

15/5/2011 EL FINAL DE LA TRANSICIÓN

Por fin tenemos una fecha en la que podamos marcar en el calendario, sin ningún género de dudas, que la transición desde el régimen de Franco hacia un nuevo régimen político, ha terminado.

Las cosas quedaron más atadas y bien atadas de lo que muchos se pensaban, porque a despecho de todas las movilizaciones de finales de los setenta que desembocaron en la Constitución, y de las posteriores contra el Terrorismo, contra la OTAN, contra la Guerra, etc, hay una componente sociológica profunda que en lo esencial no había cambiado, y que resurgía una y otra vez, como las cañas que se enderezan cuando pasa la tempestad, y que tiene que ver con arrimarse al más fuerte, con avergonzarse de movilizarse en cualquier reunión o colectivo, con salir con nombre y apellidos a dar una opinión en contra de la opinión de los que estan al frente del sistema, y cuyo resultado último ha sido una sociedad civil anémica, un sistema de "compra" velada por el poder, de todo tipo de organización, medio de comunicación, o persona individual que formule cualquier crítica, y una inmensa mayoría de personas que tienen una opinión diferente a la oficial, pero que durante años y años se la han callado y, a lo sumo, se atrevían a comentarla con alguna persona de gran confianza.

Rebeldes contra este estado de cosas, y dispuestos a proclamarlo, a pesar de todo, han existido siempre, mal vistos, rehuidos por sus vecinos, por sus compañeros, por la mayoría, llevan desde hace más de 50 años luchando por cambiar las cosas.

La consecución del régimen democrático y la integración en los grandes partidos de muchos de estos rebeldes, que pasaron a ser fagocitados por el sistema, condujo de pronto a que el país se quedara sin la mayor parte de las personas que criticaban los fallos del sistema. Como un avión al que le van fallando los motores, se quedo sin referentes de una conciencia crítica, y esto fue entendido por el sistema político como una patente de corso para hacer lo que le diera la gana y bien que hizo uso de ella.

Y tras unos años de continua pérdida de altura moral de nuestro aeroplano como nación, porque como ya contábamos con el maravilloso y ansiado sistema democrático, ya teníamos el pretexto para no tener que volver a luchar por nada, que el sistema lo haría por nosotros, los pocos rebeldes que aun quedaban se encontraron conque era completamente imposible aglutinar a nadie en su lucha y la mayoría se rindió, o cuando menos mitigó la intensidad de su acción, porque los años pasaron por ellos también y nunca acababa de llegar la savia nueva.

Pero entonces llegó Internet, primero con los foros, luego con los blogs, y después con herramientas de comunicación rápida, y la situación empezó a variar.

Los escasos rebeldes que aun seguían en la batalla, vieron como aparecía gente nueva, al principio simplemente para escuchar y formarse una opinión y algunos que habían tirado la toalla años ha, comenzaron a utilizar la red como una especie de tribuna pública donde exponer su crítica de las cosas, a veces incluso intentando animar a la gente a organizarse en pos de conquistas muy concretas, en cuyo caso fueron ferozmente atacados por los quintacolumnistas del poder, y la gente, asqueada ante esa batalla, no les respondió, pero ellos no se rindieron y siguieron exponiendo su mensaje, profesores independientes quejándose del desastre educativo, médicos del desorden de la sanidad, funcionarios de los vicios de la administración, opositores de los amaños en el acceso a la función pública...

Al principio eran pocos, y aunque también había foros de gente muy joven con críticas más radicales, seguían siendo muy pocos, pero los años pasaron y la gente fue entendiendo que no pasaba nada por opinar, y aunque muchos lo hicieran con identidades veladas, empezaron a proliferar los blogs personales con nombres y apellidos y el murmullo comenzó a subir y las ideas empezaron a circular y la parte de la población que es capaz de pensar con claridad, empezó a ver que demasiadas cosas se estaban haciendo mal y de pronto se fijo en algo mucho mas grave, el desprecio.

Advirtió que el sistema les despreciaba, que daba más valor al voto de uno que de otro, que pasaba de las recogidas de firmas, que se favorecía a si mismo una y otra vez en perjuicio del conjunto, que había una doble vara de medir, que sólo hacía caso de la ley del más fuerte y así sucesivamente.

Y mientras el país vivió “días de vino y rosas”, a costa del dinero de otros, el sistema continuó su huida hacia adelante, mientras se le iba pudriendo el alma, y mientras los más veteranos le decían a los más jóvenes que era inútil luchar, que no era posible conseguir nada, justificando de este modo su propia y vergonzosa inacción y transmitiendo, asé, de generación, en generación, la forma de entender el mundo heredada del régimen anterior, y que se puede resumir en aquella frase, pronunciada bastante después y que decía: "el que se mueve no sale en la foto", símbolo de una mentalidad que se ha venido aplicando en todos los partidos y organizaciones sociales hasta la fecha.

Y este estado de cosas parecía inamovible.

Sin embargo, Internet hizo que el sistema perdiera el control de la información, y que la gente empezara a darse cuenta de que "el rey esta desnudo". La ruptura del monopolio de la información era fundamental e imprescindible pero no era suficiente, hacía falta algo más.

Porque el régimen anterior legó también una mentalidad conservadora a amplias capas de la población, simbolizada en tener una casa propia, y todo el que tenía una casa, y luego un trabajo, por mucho que compartiera la visión de que el sistema se estaba envileciendo y de que no servía sólo, ni primordialmente, a los intereses generales, difícilmente iba a dar el primer paso, ni iba a poner en riesgo ese patrimonio tan trabajosamente conquistado.

Pero cuando vino la crisis económica, con raíces profundas y antiguas, y la gente empezó a no poder comprarse una casa, a perder la que tenían, o se quedó sin trabajo y cuando el alza continua de precios erosionó el poder adquisitivo de amplias capas de población, miles de desocupados con horas por delante y un ordenador en casa o en la biblioteca del barrio, se lanzaron a descargar sus frustraciones en la red, y a dejar constancia de su protesta, y entonces descubrieron que eran muchos, que pensaban más o menos parecido, que tenían bastante razón y la olla empezó a hervir, y en países donde este miedo sociológico a señalarse no existía, porque su historia política fue otra, se organizó de pronto una queja global contra los viajes en primera clase de los eurodiputados, y los políticos comenzaron a disculparse, rebelando su debilidad, pero persistiendo sin embargo en despreciar la crítica ciudadana.

La gente sencilla no quiere algaradas callejeras, ni destruir la propiedad privada, salvando grupúsculos minoritarios, porque la mentalidad conservadora de mantener lo que se tiene, ha calado muy hondo, y ha venido probablemente para quedarse para siempre, pero quieren tener algo que conservar y quiere que las reglas del juego sean claras y limpias, porque la suciedad y el oprobio de las actuales huele mal, y si el patio de vecinos esta lleno de porquería, su propia casa huele mal.

Y la gente sencilla sabe que su pequeño patrimonio corre peligro si crecen las legiones de desheredados y el sistema se parte por la espina. Si una cosa esta clara, es que no este un país donde las revoluciones traigan buenas cosas.

Pero en estos momentos esto no pasa de ser una pulsión inconsciente para muchos de los que están moviéndose en todas las plazas del país, o apoyándoles desde las redes.

En este momento lo que manda es el corazón.

Y en su corazón y en sus sentimientos, estos ciudadanos están peleando por su dignidad. Están indignados, es decir, están sin dignidad, de ahí su cabreo, porque el sistema político y las personas que nombraron para dignificar las cosas, lo están envileciendo todo, a base de legiones de enchufados, de despreciar y aplastar a las minorías, de convertir el debate político en una continua descalificación personal, de llevar a los tribunales al que piensa diferente, de convertir el discurso en una sucesión de mentiras, de no contestar jamás a una pregunta incómoda, de manipular todo lo manipulable, de fomentar cuanto se pueda "el divide y vencerás", de poner los votos por encima del bien general, de plegarse a intereses ajenos al país, a intereses económicos de otros países o multinacionales y de no tener el valor de reconocerlo, tomándonos por imbéciles a todos. En definitiva despreciando nuestra inteligencia y riéndose de ello.

Y para poder continuar haciendo esto, conforme sentían que la rabia ciudadana crecía lentamente, han ido construyendo un inmenso pesebre nacional, dando cursos y vendiendo puntos para los concursos a los estudiantes y opositores, subvencionando a asociaciones, ONG y sindicatos, creando becas de formación para conseguir esclavos baratos, multiplicando asesores, convirtiendo los partidos políticos en profesiones, sosteniendo con fondos públicos cosas completamente ruinosas, todo ello para tejer ingentes redes de votos cautivos, y no ya cautivos de unas siglas u otras, sino del sistema político en su conjunto, no en vano los partidos mayoritarios a nivel nacional o local, rara vez son desbancados de todos los centros de poder a la vez, con lo que pueden "recolocar" a su gente cuando vienen mal dadas hasta que tarde o temprano vuelven a estar en "la pomada".

La gente ha terminado por comprender que los partidos políticos y quienes los encabezan, no son más que una pantalla, una consecuencia, porque el verdadero problema está en el sistema. Es el sistema el que está mal diseñado y es el que por tanto posibilita todo esto. Por eso cambias una y otra vez al capitán del barco y este sigue dirigiéndose hacia los arrecifes. Es la brújula la que no funciona.

Reformar el sistema a fondo no es fácil, aunque puede hacerse, y generará también problemas nuevos, pero ahora mismo lo que la gente quiere no es que se reforme, aunque parezca un contrasentido con lo anterior, de momento la gente no pide tanto, se conformaría con que quienes estén al frente del mismo se pasen todo el día rompiéndose la cabeza para poner el sistema al servicio del país y no el país al servicio del sistema y, de paso, al de ellos.

Quieren que se hagan las leyes para la gente y no se utilice a la gente para que se trague las leyes, quiere que se dignifique la contienda política, de forma que una persona decente pueda acercarse a luchar por su comunidad y buscar un cargo político, sin que inmediatamente por este solo hecho se le anatemice y se le mire como un leproso, quiere que se nombre a los mejores y no a los más serviles, quiere, que en lugar de aparentar que se machaca al que mete la mano en la caja, se reconstruyan los sistemas de control que, paradójicamente, existían durante el régimen anterior al democrático, para que sea mucho mas difícil meterla, y para que haya muchas menos cajas donde meterla, y en definitiva, pide que la acción del estado esté presidida por los valores del pasado, honradez, vocación de servicio, etc, los mismo que alimentaron la llama de 1978 y que ahora se han perdido y se han vendido al dinero y al poder.

De manera que, en un momento dado, han confluido en el ágora pública de Internet, una serie de factores que aisladamente no hubieran producido ningún efecto, pero que todos juntos podían hacer cambiar las cosas y lo van a conseguir:

Tales son.

- Una voluntad común y una conciencia común de que así no se puede seguir y de que hay que darle un repaso bien bueno a todo nuestro sistema político, no tumbarlo sino regenerarlo. (Esto ya lo hemos visto antes con el Regeneracionismo del siglo XIX y en particular tras el desastre de Cuba, pero lo importante es que ahora no procede de los intelectuales, procede de las bases, de la gente corriente).

- Una plataforma nacional e incluso internacional (donde suman y mucho las opiniones de los españoles en el extranjero que ven como se funciona en otros países) que permite poder hacer circular las ideas y comprobar que son muchos los ciudadanos de todos los pelajes que están hartos del actual estado de cosas: Internet

- Una situación de crisis que ha desnudado la incapacidad del sistema para capear el temporal y ayudar a los más débiles, y que ha puesto al descubierto cual es su verdadera esencia, tal y como me la explicaron a mi hace 15 años: "a los amigos los beneficios, a los enemigos dar por c... y a los indiferentes la legislación vigente".

- Una situación de paro, sobre todo juvenil y de pérdida de poder adquisitivo que ha proporcionado, unida a la resistencia de la gente a tener que emigrar como hubieron de hacerlo sus padres y abuelos, una masa crítica de jóvenes, despreciados e insultados como generación "ni-ni", dispuestos a dar el primer paso y romper la falacia de que somos un país rico. Gente dispuesta a decir, "el rey esta desnudo", es decir, que ellos están desnudos y sin esperanza, e incluso a gritarlo como en Barcelona.

- Una conciencia ciudadana más allá del reducto del propio Internet, forjada en el día a día de las conversaciones en bares y peluquerías, en el trabajo y en el parque, recogiendo ideas oídas aquí y allá, muchas veces con origen en la olla a presión de Internet y otras atreviéndose a pensar por sí mismos y generar sus propias ideas, donde la gente sencilla se ha ido cabreando, y el mosqueo se ha ido retroalimentando, yo lo llamo “autocabreo” y es algo que crece lenta, pero inexorablemente, hasta descubrir que el cabreo era general y que era posible comentarlo con otros porque tu interlocutor no sólo pensaba mismo, sino que no se callaba y no te miraba mal por decir lo que piensas.

- Y finalmente un manejo absolutamente estúpido de la situación por parte de los grandes partidos, completamente incapaces de sintonizar con la ciudadanía, a pesar de que avisos como el de los eurodiputados fueron muy claros, y que no ha hecho sino echar más leña al fuego de la indignación general.

Con este panorama, ha bastado una chispa para hacer estallar la mecha, y el tren se ha puesto en marcha.

El futuro está por escribirse, pero una cosa esta clara, después de las primeras legislaturas constitucionales, la gente decente interiorizó una frase: "usted haga como yo, no se meta en política", pero esta vez en sentido literal, volviéndose al esquema del régimen anterior, en el que la política era cosa de muy pocos, antes los vencedores de la contienda, ahora, los profesionales de la política.

Tras el 15 de Mayo de 2011, los ciudadanos han venido para decir que puesto que la actual política es una vergüenza, con algunas honrosas excepciones que no impiden el hedor del conjunto, ellos sí quieren meterse en política y limpiar ese patio común lleno de inmundicias y esta vez lo han hecho de una forma tal, que el sistema pueda comprender que van a estar vigilantes, que no va a pasar como en 1983 cuando se fueron a sus casas casi por 30 años creyéndolo todo hecho, y que, en cualquier momento, si las cosas se tuercen, pueden volver a salir y, como poco, bajarles los pantalones a los que mandan.

Esta vez, más les vale a los triunfadores en las elecciones "entender el mensaje", y hacerse el “harakiri” como clase por encima del bien y del mal, y como dueños del gran cortijo español y sus múltiples satrapías, porque como vuelvan a “fallarle” a la gente, cualquier día los van a correr a gorrazos y ese día perderemos todos.

Saludos.
21/5/2011
Carlos Valiña.
_________________
Carlos Valiña. Penal 4 de Santander. 942-248109
Si necesitas ayuda llámame.
metodoprofesional@gmail.com

JJ. Rousseau: UNA INJUSTICIA HECHA A UNO ES UNA AMENAZA HECHA A TODOS.

Rosa Luxemburgo: QUIEN NO SE MUEVE NO SIENTE SUS CADENAS

1 comentario:

  1. muy buenos artículos Carlos. Me los leeré todos con detenimiento, pues acabo de concer el blog.
    Ojalá tengas razón y estemos ante el nacimiento de una nueva era con más democracia, más participación ciudadana, más control sobre nuestros servidores, los políticos...etc, etc. Particularmente yo he despertado y recuperado valores e ideas que creia olvidadas. Sinceramente creo que sí, que veremos el nacimiento de algo nuevo. Como dices en el post, la sociedad civil en España no existía. La política la hacían los políticos y punto, si no te gustaba lo que hacía un partido, te aguantabas 4 u 8 años hasta que llegaban otros y ya estaba ( he leído varios comentarios de gente contraria al 15M-DRY en este sentido). Pero la soc. civil esta naciendo en España. Pertenezco a la generación que nació con Suarez, es decir, no conocí el franquismo. Mis padres, supongo que los de todos en general, nos enseñaron a no protestar, o como mucho a patalear, pero nunca a hacer cosas como esta. Pero cuando se llega a un punto como este ardes de rabia y exiges cambios, y los exiges ya. Pero también depende de nosotros que esta llama no se apague. Hay que hacer que la bola de nieve siga creciendo hasta que sea imparable, no hay que callar, solamente queremos más democracia y más libertad.
    @xsynester

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